[et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”3.19.18″][et_pb_row _builder_version=”3.19.18″][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.19.18″][et_pb_image src=”https://synchronycenter.com/wp-content/uploads/2020/03/couple-having-a-misunderstanding-3692885-1-scaled.jpg” _builder_version=”3.19.18″][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”3.19.18″]

La llegada a un nuevo país, trae consigo una serie de situaciones que aún no hemos medido el impacto que puede causar en cada uno de nosotros; pues ni siquiera nuestra mente ha terminado de aterrizar a una nueva realidad.

Aquel impacto comienza a suceder unas semanas después,  sorprendidos de las novedades que nos rodean en un país que veíamos lejano y ahora es nuestro hogar; Comienza aquella realidad  que genera cierto sentimiento de incertidumbre y va creciendo como una bola de nieve llena de miedos y expectativas.

Es entonces donde cada decisión que se toma cambia totalmente nuestro destino, aquel que teníamos escrito, convencidos de mantener la seguridad en esas letras, pero las cosas no salen como estaba plasmado allí, todo es muy diferente a la idea que algún día en nuestros países nos vendieron.

Empieza el camino sobre una cuerda floja, tratando de encontrar un trabajo estable, tener un reconocimiento en tu profesión, manejar el idioma, salir manejando y no perderte, entrar en el mar de preguntas, buscando justificaciones, culpables o salidas dentro de un laberinto, saber que se pierde el equilibrio una y otra vez, Estás ahí cargado de miedos, dudas e incertidumbres  reflejadas en la convivencia con tu pareja, en el control de unas emociones que ya ni sabes cuales son.

Los casos más comunes al hablar con inmigrantes de estas crisis, es encontrar dos salidas, una de ellas es consolidar totalmente su relación de pareja o la segunda es dar por terminada su relación y comenzar una nueva vida. Pues bien de este segundo caso es al que me refiero en estas líneas, ya que la convulsión que genera esta dualidad de inmigrante y divorcio nos potencializa las  respuestas ante la dificultad, que la gran mayoría de veces no son las adecuadas.

Atravesar un túnel solo te puede llevar más tiempo, en cambio,  si vas acompañado quizá se siente mejor y logras ver la luz más rápido. ¿Pero qué tan fácil es ver esa luz cuando se está lleno de confusión de ideas en tu cabeza?  

La mejor manera para comenzar es aceptar la realidad que estás viviendo. Suena muy bien, incluso fácil, aunque cuando el desespero te tiene como una veleta tratando de  encontrar la cura mágica, algo que cure la incertidumbre, desolación y demás sentimientos que pueden llegar a aflorar en un tiempo de crisis, pero no es fácil!!! Es el momento de dedicarle  tiempo y la importancia a este episodio, ya que seguramente esta decisión será de suma importancia para el futuro próximo, es momento de aceptar !!! 

Aceptar tiene mucho más fondo de que lo que se pudiera creer,  por eso es tan difícil y en muchas ocasiones nos cuesta; y en realidad lo que necesitamos es llegar a la raíz de aquella situación perturbadora, para identificar los aspectos que la nutren y finalmente encarar  cada uno de estos para poder levantar la cabeza y ver las luz al final del túnel.

                                                                    Sandra Arroyave

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