[et_pb_section fb_built=”1″ _builder_version=”3.19.18″][et_pb_row _builder_version=”3.19.18″][et_pb_column type=”4_4″ _builder_version=”3.19.18″][et_pb_image src=”https://synchronycenter.com/wp-content/uploads/2020/04/Diseño-sin-título-4.png” _builder_version=”3.19.18″][/et_pb_image][et_pb_text _builder_version=”3.19.18″]

“ESTOY CANSADA”,  Me vi ahí, debajo de la ducha, dejando caer las gotas sobre mi cara mientras me tapaba la boca y lloraba en silencio después de un día estresante, lleno de cansancio. Se cansa el cuerpo, se cansa la mente, se cansa el alma.

Sentir que todo te duele y al mismo tiempo no está, no existe pero te duele y cansa.

Sea cual sea el motivo, el trabajo, la familia, l las malas o buenas relaciones, los amigos, la rutina, ausencias, presencias, la vida en general.

La mente cansada ya no se acuerda de rutinas importantes, olvida donde está la llave de casa, se olvida de pagar una cuenta importante, incluso las mas simples, Se olvida de si misma. Se despierta ya cansada, sin ritmo, sin ánimo.

Pero despierta, pone su armadura e incluso, herida y cansada, se obliga a ser fuerte, a ser valiente como la sociedad te obliga a ser.

Ser fuerte no es ventajoso, es necesario, “matamos a un león” por día y seguimos sonriendo.

Pero cuando estamos a solas, se derraman lágrimas, lloramos, no para afuera, lloramos hacia adentro, y no porque nos falte coraje, es por el exceso de él, que nos obliga a parecer impenetrables.

Lloramos para aliviar el dolor del alma, lloramos porque -a solas-, podemos ver nuestras heridas, lamerlas y curarlas. Lloramos con nosotras mismas para ser más fuertes.

“Sé fuerte y valiente” “vos podés” -me decían-, lástima que no avisaron lo fuerte, que era necesario ser.

No te avergüences por hundirte de vez en cuando, no te sientas incapaz de llorar por el cansancio de tus días, que no te de vergüenza limpiar tus heridas cuando ellas se enfermen.

Sabemos cuán importante es llorar para mantener la cordura.

Y no te preocupes ni tengas vergüenza, que te aseguro que en otras casas también hay alguien como nosotras, que está en la ducha tapándose la boca y llorando en silencio… dejando que el agua se lleve sus dolores…  

(autor desconocido)

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Cuántas veces has estado ahí, no solo sintiendo una tristeza profunda sino otros sentimientos tóxicos como la rabia, miedo,resentimientos, dolor y más.

Cuántas veces ese dolor lo has disimulando y se va profundizando más y más adentro, y tu por fuera como si nada. Llegas a alimentarte dia a dia de tantas emociones negativas que ya te acostumbras a ellas y las haces un hábito. No a eso no venimos a esta vida. 

Pero más importante aún es reconocer lo que vives y lo que sientes  todo esto para SANAR, eso es el verdadero coraje y por supuesto sacarlos a la luz no tragarlos enteros. 

Los diferentes roles que tenemos como mujer, nos lleva a tener una gran responsabilidad con nosotras mismas y si vemos que uno de los roles más importantes es el de ser madre no solo para tu familia sino para la sociedad , aumenta esta responsabilidad de Sanarte a ti misma para poderlo cumplir como se merecen tu y tus hijos.  A nuestras Hijas mujeres debemos mostrarle qué es la autoestima y el respeto por ellas mismas y a los hijos hombres, a valorar a la mujer.

 Qué es sanarse como mujer ?

Sanar como mujer es, no centrarte en tu papel de víctima, sin inferioridades sino más bien valorándote, reconociendo tus límites emocionales y permitiendote expresarlos. Una mujer sana se ama a sí misma, se escucha , escucha sus deseos y necesidades. Se permite cerrar las heridas del pasado muy importante para centrarse en su presente sin interferencias. Una madre sana emocionalmente no depende de sus hijos ni hace que sus hijos se apeguen a ella. 

Depende 100% de ti y esto lo debes hacer un hábito diario. 

 Nadie a dicho que es fácil pero no es imposible, cómo empezar: 

  1. Reconoce tu dolor, tus penas, tu sufrimiento, tus sentimientos negativos, revuelca dentro de ti. Hazte preguntas hasta encontrar lo que te duele
  2. Saca de tu interior ese dolor, porque entre más grande sea más te está limitando. NO guardes silencio, busca con quien hablar (un profesional, una llamada de descubrimiento a Synchrony Center, son muy buenas opciones). Esto te puede servir de liberación y de limpieza emocional.
  3. Permite que salga ese dolor, llora, grita, golpea una almohada, escribe, rompe papeles, pero hazlo siempre con la intención y la certeza que estas sacando lo que ya no te pertenece y que mucho menos necesitas.
  4. Pasa la página y comienza de nuevo viviendo en el hoy, mirate al espejo y empieza a descubrir esa mujer alegre, con ganas de vivir, y convierte esa auto apreciación en un hábito Para SIEMPRE
  5. Reconoce en ti esa mujer que ha sanado a pesar del dolor, y que cuando lo recuerdes lo hagas con la frente en alto sabiendo todo lo bueno que te dejo aquello que te dolió.

La mejor herencia que puedes dejar a tus hijos es haberte sanado como mujerChristiane Northrup.  

Eliana Arroyave. 

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